lunes, 11 de noviembre de 2013

Reunión de los Casos Imposibles

Cristina se encontraba económicamente en el fondo del pozo, no tenía dinero, pedía prestado, llegando a alimentarse de la basura. Se vestía con la ropa que encontraba en la calle o con la que le regalaban. Estaba realmente en la miseria.  Al buscar al Dios de lo Imposible, de a poco fue recuperándose, consiguió trabajo, tuvo condiciones de capacitarse y se volvió una profesional.

“Dios resucitó mi vida económica, ahora tengo una profesión, soy enfermera, y muchos proyectos. Ya no pido prestado, mi vida económica está restaurada, porque además cobré un juicio que estuvo trabado 15 años. Prosigo adelante, porque Dios cambió mi vida”, afirma.

Susana estaba muerta en vida, los problemas de salud la habían afectado mucho, estaba a punto de quedar paralítica. No tenía paz, los problemas económicos y los vicios complicaban aún más su situación. “Tenía un problema en la cadera y en la columna por lo que usaba una silla de ruedas. Además había problemas en mi familia, sufría mucho, pues veía y escuchaba cosas extrañas”, recuerda.

Cuando usó su fe, el Dios de lo Imposible atendió sus necesidades. Ahora su salud está restaurada, no necesita más la silla de ruedas. Dios transformó su familia, la liberó completamente, “puedo decir que Dios resucitó mi vida”, concluye sonriendo.


Sábados a las 10 y 15hs en Av. Corrientes 4070 – Almagro

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