María Ester Lugo se acercó a la Iglesia Universal buscando la solución a sus problemas. Su salud se encontraba afectada por una enfermedad, un tipo de cáncer que afectaba el tejido ocular.
Una masa anormal de tejido provocada por la multiplicación anormal de células se encontraba en su ojo. Hacía tratamiento médico, sin embargo no lograba erradicarlo con ningún procedimiento. Cuando comenzó a participar de las reuniones, aprendió a usar su fe. Creyó en el Dios de lo Imposible, estaba decidida, por eso perseveraba usando su fe.
Al participar de la cadena de los Casos Imposibles creyó que iba a alcanzar el milagro que necesitaba. Entonces, Dios obró en ella y fue sanada del cáncer de ojo. Desde que llegó a la iglesia usó su fe en los propósitos de las reuniones y en la Campaña de Israel y su vida fue bendecida en otras áreas también, confirmando que no hay nada imposible para los que creen.
Ella concurre a la Iglesia Universal de Av. Corrientes 4070, Almagro.
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