Reunión de los Casos Imposibles

Vea los resultados de la reunión que se realiza los sábados a las 10 y a las 15 en Av. Corrientes 4070

“Tenía una enfermedad hereditaria desde que tenía ocho años, la mitad del cuerpo desde el ojo hasta el pie tenía muerto, el lado izquierdo estaba inmovilizado. Tenía una parálisis y después de participar de la reunión de los casos imposibles y recibir la oración fui sanada por completo. Ahora lo tengo bien.”


Estela: “En estos dos meses me curé de una alergia que tenía hace 18 años, no necesité seguir tomando las pastillas que tomaba hace años. Pedí por mi hermana que tenía una parálisis facial debido a un virus. Vine a la reunión de los Casos Imposibles buscando un milagro para ella y se restableció completamente.”

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Ana María: “Llegué a tener 13 tumores en los pechos, me tenían que operar y yo lo postergaba porque no quería. Tenía que tomar hormonas, sentía muchos dolores en las axilas. Un día, en la calle me dieron un ejemplar de El Universal y vi los testimonios. Desconfiada, empecé a participar de los Casos Imposibles. Gracias a Dios sucedió un milagro y los tumores desaparecieron. Nunca más tuve problemas de salud”.

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Nélida: “Mi problema principal era la depresión, que nació tras una separación. No tenía ganas de hacer nada, no quería atender a mis hijos, los trataba mal, era muy agresiva, donde iba me sentía mal, no quería trabajar, mi autoestima estaba por el piso, veía todo negativo.

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Eduardo Prado cuenta cómo era su vida antes de participar de la reunión de los Casos Imposibles: “Mi vida fue un sufrimiento muy grande en el aspecto económico. Estaba muy trabado, lograba cosas, pero así como las conseguía, las perdía. Fui presidente de dos instituciones, gerente, pero no veía los frutos de mi trabajo. Quebré en tres oportunidades. Eso provocó que mis hijos me abandonaran.