Adriana: “Enfrentaba muchos problemas económicos, tenía un departamento que necesitaba vender, pasaron tres años y no podía venderlo, entonces me endeudé muchísimo. Para salir de esas deudas pedí préstamos hipotecando mi casa y me fui endeudando cada vez más. Era insostenible la situación, no podía dormir, el prestamista me perseguía. No podía solventar las deudas hasta que me empezaron a enviar cartas documento. Tras varios meses de deudas me querían hipotecar la casa. Gracias al Dios de lo Imposible logré resucitar mi vida económica, todo salió bien, ahora puedo respirar y dormir en paz”.
Fue sanada y libre de los traumas
Carmen: “Tuve problemas en mi vida sentimental además tenía artrosis, los médicos me decían que debía aplicarme una inyección de por vida. Esto me llevó a una depresión profunda, tenía dolores en el cuerpo, no podía caminar, tomaba pastillas y no se me pasaba el dolor. En mi vida había mucho sufrimiento, mucho dolor, mucho llanto. Además tenía insomnio, miedo, complejos e inseguridades, no me sentía segura de mí misma. Hoy, gracias al Dios de lo Imposible mi vida sentimental resucitó, estoy felizmente casada, tenemos amor, comprensión y somos muy unidos, y fui sanada por completo”.
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