Clara y Enrique Grande cuentan cómo estaban antes de participar en la reunión de los Casos Imposibles: “Tenía muchos problemas de salud. Estaba enferma de Mal de Chagas, se me inflamaban las rodillas, tenía muchos dolores de cabeza y había también problemas en el matrimonio.
Tan solo dos semanas después de casarnos empezamos a pelearnos, él me pegaba, se iba de casa y me dejaba encerrada. El sufrimiento era terrible”, cuenta ella.
Todo ese pasado de sufrimiento quedó atrás cuando aprendieron a usar la fe: “Yo llegué primero a la reunión de los Casos Imposibles, puse en práctica lo que aprendí y gracias a Dios llegaron las respuestas. Sacrificamos en la Campaña de Israel y Dios nos respondió. Hoy estoy curada, mi matrimonio cambió por completo, somos muy felices juntos porque estamos los dos en la presencia de Dios.
Además, mi hijo fue libre de los vicios y también está en la presencia de Dios”, afirma Clara, confirmando con su testimonio que para Dios no hay nada que sea imposible de hacer
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